Consultores y Biodisponibilidad

Consultores y Biodisponibilidad

¿Pensó alguna vez en cuán “biodisponibles” son los servicios de consultoría que ha contratado, o piensa contratar?… Es indispensable para saber si está invirtiendo o (mal) gastando. Aquí se lo explicamos.



La Biodisponibilidad “indica la medida de la cantidad relativa de un fármaco que llega a la circulación general y la velocidad a la cual esto ocurre”. O sea que este concepto incluye:

• la fracción de la dosis administrada que llega al torrente sanguíneo y
• la velocidad a la cual el fármaco entra al torrente sanguíneo

Lógicamente, ambas son cuestiones centrales con respecto a los resultados que cabe esperar de la droga: la fracción de dosis que llegue a la sangre está en proporción directa con el efecto que causará y la velocidad en relación inversa al tiempo en que cabe esperarla. Resumiendo: a mayor dosis absorbida, mayor efecto terapéutico y a mayor velocidad, menor tiempo para que los resultados puedan apreciarse.
Es decir: la velocidad y la magnitud de absorción de un fármaco (su biodisponibilidad) puede modificar en forma significativa su efecto clínico. Esto depende de factores fisiológicos y, además:

• Del tipo y calidad de los otros ingredientes (solventes, aglutinantes, colorantes, desintegrantes, revestimientos).
• Del proceso tecnológico empleado en la preparación del medicamento,
• De las características propias del principio activo (tamaño de partículas, polimorfismo, tipo de sal o éster empleado).

Y esto… ¿qué tiene que ver con la elección (o no) de consultores para su organización… TODO. Así, sencillamente..
La tarea del asesor externo es “terapéutica organizacional”, algunas veces preventivas (las menos) y curativa en la mayoría de los casos.
Los servicios son de utilidad cuando brindan el grado más alto que se pueda de… biodisponibilidad.
Esto significa, por parte de todos los involucrados, esfuerzo permanente de inteligencia, creatividad, esmero, dedicación, paciencia.
En primer lugar, para dar con la consultora justa, ésta debe conocer mucho los temas con los que dice que trabaja (esta es la calidad del “fármaco básico”), pero con eso no basta.
Debe cuidar el tipo y calidad de los otros ingredientes, entre ellos:
• Qué nivel tecnológico aplica: ¿usan las mejores tecnologías disponibles (que no necesariamente deben ser las más novedosas o las más caras, sino las más adecuadas al destinatario y a la finalidad para la cual se aplican)?, ¿saben utilizarlas correctamente?, ¿ya las han probado?.
• Cómo dicen las cosas: ¿hablan nuestro mismo “idioma”?.
• Cómo presentan los materiales: están diseñados en función de la cultura y el tipo de actividad del cliente?
• Cuáles son las características de lo que ofrecen: ¿es verdaderamente necesario para el cliente?, ¿lo desarrollan “a su medida”?.
Y, por supuesto, están las características particulares del cliente, su “fisiología”, irrepetible. Que el equipo de consultores debe respetar, conocer en la mayor medida posible con relación a su función y procurar sintonizarla con los desafíos que plantee el trabajo en cuestión. La fisiología del cliente depende de innumerables factores. Algunos de los principales son: tipo de actividad de la empresa, antigüedad, tipo de propiedad del capital (y, consecuentemente, modelo de Dirección), modelo mental vigente, historia de la empresa, situación del sector y el entorno en general (y, en particular, vinculaciones con proveedores,  clientes y competidores), personalidad, intereses y nivel de formación de los principales decisores, etc.
Ahora, observemos el siguiente gráfico:
 

 

El fármaco que verdaderamente sirve es el II, por que: su concentración en la sangre nunca llega a ser tóxica para el organismo y el tiempo en el que causa efecto terapéutico es mucho mayor.
Lo mismo debe  suceder con los servicios de consultoría: no se deben administrar en dosis tan altas que se tornen tóxicas (por eso, en ocasiones, lo mejor para el “paciente” es dejarlo descansar) y se debe procurar que queden instalados de modo tal que sus efectos perduren por mucho tiempo. Esto último significa que muchos integrantes de la empresa (de ser posible, todos), pero especialmente los managers, comprendan la propuesta, ésta los entusiasme, la adapten a sus necesidades específicas y la adopten como propia (por que, además, en esos casos es de ellos: fueron apropiándose en la medida en que la elaboraban).

La biodisponibilidad de los servicios de consultoría es un factor concreto y principal a considerar en el momento de contratarlos.
© Copyright , Bossa, Juan Isidoro y Strombolo, Olga Lucía.

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