Tecnología, Sentido Común y Negocios.

Tecnología, Sentido Común y Negocios.

¿Cómo invertir en tecnología de la forma más conveniente?, ¿qué debemos tener en cuenta para no quedar en “off side tecnológico”?. A continuación algunas precisiones.

La tecnología es, cada vez más, un aliado formidable para ganar competitividad, aumentar la productividad y lograr una mayor diferenciación en la actividad empresaria. Si bien esto resulta claro a simple vista, en ocasiones de decidir sobre el particular no siempre lo hacemos con tanta nitidez. Veamos algunos ejemplos conocidos por mi en los últimos tiempos:

– Jorge decidió incorporar a su empresa un nuevo “server” de computación muy veloz y de reducidas dimensiones. El costo del equipo era significativo “pero estaremos en la avanzada y tendremos capacidad para un tiempo largo”. El diagnóstico fue acertado y las cosas salieron bien, pero la sorpresa desagradable fue que a los pocos meses salió al mercado otro equipo (de una marca competidora de la anterior) mucho más veloz, con muchísima mas capacidad de memoria… a un precio prácticamente idéntico.
Jorge señalaba: “Si lo hubiera sabido esperaba…unos meses más podíamos aguantar con la anterior situación”.

– Enrique decidió la inversión de varios cientos de miles de dólares en una máquina de control numérico de última generación, muy automatizada y veloz. Se suponía que sería muy útil y aumentaría dramáticamente la producción.
La máquina llegó y, pasada la euforia inicial, durante meses estuvo prácticamente parada. Luego se la utilizó para la producción de accesorios de menor valor y recién después de un año estaba produciendo con cierta regularidad… y sólo dos personas habían sido capacitadas para manejarla.

– Pedro decidió incorporar en su empresa la más moderna central telefónica disponible (“la primera en instalar sería la nuestra”), pero los técnicos no sabían programarla bien, dado que era la primera vez que les tocaba hacerlo. Conclusión: durante dos meses o más las comunicaciones telefónicas estuvieron muy complicadas desde y hacia la empresa.: “estábamos mejor con la vieja centralita” fue frase repetida durante mucho tiempo.

-Luis viajó a Miami y allí compró (“baratísimo”) el último desarrollo de un instrumental específico que utilizan en su empresa… pero al llegar descubrió que era incompatible con todos los demás instrumentos con que ya contaban (que eran de una tecnología anterior). Conclusión: actualmente puede hacer un uso muy limitado de esa tecnología avanzada.
Lo más interesante de todo esto es que, quienes tomaron estas decisiones, son personas experimentadas y muy hábiles en sus correspondientes negocios. ¿Cómo se explica que decidieran así?.
Nuestra respuesta es sencilla: la tecnología seduce, es como un imán que atrae el interés (y los recursos) de quienes se sienten motivados por progresar y mejorar. Generalmente un empresario (o gerente) exitoso tiene esta motivación.

Pero hay que ser objetivos frente a la tecnología para poder sacarle el máximo provecho. Y muchas veces el máximo provecho, como usuario, se obtiene siendo “seguidor” y no “líder” en tecnología.
Veamos qué necesita una empresa (como mínimo) para ser un usuario líder en tecnología:

1-    Capacidad financiera: las novedades tecnológicas son más caras y tienen menores prestaciones que las siguientes versiones de esa misma tecnología (ser líder cuesta caro).

2-    Prudencia: conviene conservar la tecnología previa funcionando “en paralelo” hasta estar seguros de que la nueva brinda todas las prestaciones de aquélla.

3-    Acuerdo con el proveedor: para tener la seguridad del servicio técnico disponible todas las veces que haga falta, con la mayor velocidad posible, hasta superar todos los problemas que pudieran surgir. Las bases de este acuerdo pueden resumirse así:  “yo le permito hacer experiencia en la nueva tecnología y, a cambio, Ud. me proporciona atención preferencial a un costo normal”.

4-    Sentido estratégico: tiene que haber buenos motivos para decidirse a hacer el esfuerzo de ser líder tecnológico: ¿qué objetivos perseguimos? ¿hay un mercado para esto? ¿podemos crear la demanda? etc. La decisión de ser usuario líder de tecnología tiene que tener sus fundamentos afuera de la empresa (porque del mercado provendrán, o deberían provenir, los fondos para pagarla)

5-    Compromiso interno: todos los responsables del uso y aplicación de la tecnología deben comprometerse a obtener el máximo provecho posible de ésta. Si esto no se cumple estaremos, en definitiva, achicando nuestra capacidad financiera y, con ello, iniciando un círculo vicioso de achicamiento de nuestra competitividad.
¿Cómo podemos resumir todo lo anterior? Con esta frase:
“El puente que une la tecnología con los buenos negocios es el sentido común”
Todo esto puede parecer muy obvio, pero la tecnología es muy seductora y, en ocasiones, su magnetismo puede hacernos perder el rumbo. Y en los tiempos que corren no podemos dar ninguna ventaja. Particularmente respecto a estos temas las empresas no pueden (o no deberían) retrasarse tecnológicamente, ni tampoco dilapidar recursos en tecnología que no les resulte adecuada.

© Copyright, Bossa, Juan Isidoro.

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